HACIA UNA TIPOLOGÍA DE OPORTUNIDADES ONLINE
Uno recuerda con fascinación la atracción que de pequeños tenía jugar con mapas; en los llamados “juegos de orientación” eras abandonado en algún lugar del campo y con un mapa y una brújula tenías que orientarte hasta llegar a un destino, encontrar un “tesoro” o volver al punto de partida; los distintos elementos que formaban parte de aquel terreno: el árbol milenario, la casa abandonada, el puente, el río… Permanecían ahí por muchos años y durante aquellos minutos de juego nos servían como guía para, nunca mejor dicho, “no perder el norte”. Desde hace unos años, uno parece estar constantemente jugando a un “juego de orientación” sumándole la sensación de no tener nunca un mapa fiable y sentirse perdido; Pero claro, ¿cómo orientarse en un espacio que se ha dado en llamar “espacio de flujos”? Un espacio abierto, poliédrico; caracterizado por el movimiento, el cambio y las transformaciones; la tarea se convierte en un verdadero reto; ¿cómo plasmar un mapa de esto?
Nos encontramos ante una época de cambio: surgen nuevos medios, nuevos campos para le emisión de información y entretenimiento, así como nuevas demandas y exigencias por parte, claro está, de una nueva audiencia. Las nuevas redes generan nuevos escenarios; y es que nunca, en toda la historia, se había dado tal cantidad de flujos de comunicación entre las personas, nunca tanta gente había podido expresarse libremente en un foro abierto, nunca la interacción entre grupos había eliminado tantas fronteras. Las nuevas REDES están creando espacios de acción totalmente inéditos, creando una nueva forma de 
ver las cosas. Facebook, Flickr, Tuenti, Twitter, Linkeld-in, YouTube se convierten en herramientas de interacción social y se incorporan a nuestra vida diaria. Y es que las nuevas tecnologías otorgan la posibilidad de estar presente en el juego de la sociedad de la información y el conocimiento; otorgan voz y canales de participación en un momento donde lo más importante es saber comunicar, saber llegar a los demás. We the media[1], cuyo titulo ejemplifica lo que está ocurriendo hoy por hoy, aboga no ya por receptores pasivos sino por usuarios con capacidad de generar contenidos. Es así que las relaciones de poder se empiezan a tambalear y el futuro de los medios tradicionales se desdibuja[2]. En definitiva y en mi opinión, su hegemonía como operarios de las estructuras sociales y generadores de cultura se derrumba. Hoy, gracias a las comunicaciones electrónicas este micropoder (concepto de Javier Cremades) por parte del nuevo ciudadano digital es cada vez más relevante. Y es que desde la invención de la imprenta no se producía quizás un cambio tecnológico con tantas repercusiones para la historia de la humanidad: los ciudadanos comienzan a tomar la iniciativa en un mercado de comunicación auténticamente interactivo.
El fenómeno de la blogosfera es una prueba fehaciente de ello, pues los blogs son la forma más activa y sorprendente de participación: diarios en líneas frecuentemente renovados, con entradas en orden cronológicamente inverso y numerosos enlaces, que ofrecen registros actualizados y detallados de la vida de sus autores, de noticias o de un tema de interés: fotografía, política, economía, tecnología, viajes…y donde todos podemos participar sencillamente porque nos gusta y apasiona; pasando así de lectura a CONVERSACIÓN, como afirma Enrique Dans en relación al articulo El quinto poder se teje en la blogosfera de Expansión.
Ante la incertidumbre que Internet abre en el mercado, una gran ola que se divisa a lo lejos y que percibimos cada vez más cerca de nuestro barco ¿aferrarnos al mismo e intentar atravesar la ola? No, porque corremos el peligro de naufragar; se habrá de girar el timón para coger la ola por la popa y tener la oportunidad, así, de navegar sobre ella un largo trayecto. No obstante… Frente a la teoría; la incertidumbre sigue; con ciertos puntos de anclaje, pero con multitud de tramos con niebla que desgraciadamente, sólo el tiempo limpiará.
Cubos de hielo 
Revisado.